Los
mejores lugares Turísticos de Belice
1.Submarinismo
en el Gran Agujero Azul
El
Gran Agujero Azul es una de las grandes maravillas naturales del mundo, el
reclamo turístico más conocido de Belice y una experiencia de buceo única. Tal
vez no sea la mejor inmersión del país, pero si una de las más populares. Con
el centro de color azul oscuro, sus paredes descienden más de 120 metros hacia
el interior del océano y aunque acumula gran cantidad de sedimentos y desechos
naturales, su profundidad sigue generando ese círculo de color azul que puede
verse desde el cielo. Y abundan las estalactitas y estalagmitas. Un banco de
tiburones de arrecife (además de innumerables invertebrados y esponjas)
acompaña a los submarinistas en su descenso a las misteriosas profundidades del
mar. Aunque el agua es transparente hay muy poca luz.
Como
un collar de perlas de arena blanca, el atolón de Glover está formado por media
docena de islotes rodeados de un mar azul infinito. Es uno de los tres grandes
atolones de Belice, pero es el que ve menos visitas recibe y se mantiene más
virgen. Debe su nombre al pirata John Glover, que en el siglo XVII usaba estos
islotes como base para abordar a los galeones españoles que iban y venían desde
las islas de la bahía de Honduras. Su ubicación única, en lo alto de una cadena
montañosa sumergida al borde de la plataforma continental, lo convierte en un
lugar ideal para practicar remar entre islas o por la laguna central, de poca
profundidad. Con un kayak de fondo transparente se pueden ver rayas jaspeadas y
de espina, tortugas e innumerables peces tropicales nadando bajo el casco. Hay
varios centros vacacionales rústicos de filosofía ecológica para submarinistas
y pescadores, cada uno en una isla.
3.
Cayo Ambergris
También
llamada la Isla Bonita (por la famosa canción de Madonna), Cayo Ambergris es el
destino vacacional paradisíaco por excelencia. Para muchos visitantes es la
imagen perfecta de las vacaciones: muy relajadas, pero también divertidas. No
hay mucho que hacer, cierto, pero ¿a quién le importa? Se puede bucear por el
arrecife, recorrer en kayak la laguna o practicar windsurf por los estrechos;
también es posible dejarse mimar en un spa o ponerse a prueba con una clase de
yoga o, simplemente, echarse la siesta en un embarcadero. Al ponerse el sol se
puede disfrutar de las cenas más deliciosas y de la noche más animada del país.
La isla es larga y estrecha: 40 kilómetros de largo por ocho de ancho en su
punto máximo, aunque la mayor parte no supera el kilómetro.
4.
Bucear por Shark Ray Alley
En
este popular destino solo se puede bucear con tubo. Hasta hace poco, solo los
pescadores locales iban a Shark Ray Alley a limpiar la pesca del día y los
desechos atraían a hambrientos tiburones nodriza y rayas de espina. Estos
depredadores se acostumbraron a los barcos –acuden directos a ellos cuando
aparecen–, que hoy llevan buceadores a bordo en lugar de pescadores. Se trata
del principal destino de buceo con tubo de la reserva marina Hol Chan, una zona
protegida de la barrera de coral de Belice que alberga una asombrosa diversidad
de corales y otras criaturas marinas.
5.
Tambores garífunas en Hopkins
La
cultura garífuna tiene gran presencia en el sur de Belice y sobre todo se
identifica por la música y los tambores. En Dangriga y Punta Gorda se puede
estudiar percusión y aprender a fabricar tambores con maestros locales, aunque
para vivir una experiencia verdaderamente especial hay que ir al pueblo
garífuna de Hopkins, acogedor y algo descuidado, y participar en una ceremonia
de tambores en el centro percusionista Lebeha. En Hopkins, la vida no ha
cambiado mucho en las últimas décadas. Los niños venden pasteles de coco y
chocolate caseros en la única calle de la localidad, los hombres pescan de día
y tocan el tambor de noche, y el ritmo de la vida es lento. La playa es
estrecha, pero con buen tiempo tiene unas espectaculares vistas al Caribe. El
Día del Pueblo Garífuna es el 19 de noviembre.
6.
Descubrir a los mayas en Caracol
En
el mayor asentamiento maya de Belice se puede pasear por una ciudad que, en su
época tuvo el mismo peso político que Tikal y que para muchos es incluso más
espectacular. Está envuelta por la jungla, cerca de la frontera con Guatemala,
a unos 84 kilómetros al sur de San Ignacio. Su descubrimiento y excavación es
relativamente reciente y cada año hay campañas arqueológicas que revelan nuevos
detalles. Desde el centro de los templos, palacios, talleres de artesanos y
mercados se puede sentir el poder y la gloria de la antigua Caracol. Con 42 metros
de altura, el Caana (palacio de cielo) sigue siendo el edificio más alto de
Belice.
Por
todo Belice se pueden ven carteles que rezan “No shirt, no shoes… no problem”
(sin camiseta, sin zapatos… sin problemas), pero en Cayo Caulker este lema es
casi religión. Nada parece un problema en esta minúscula isla de calles sin
asfaltar y señales de tráfico que instan “a ir lentos” a carritos de golf y
bicicletas. El viento sopla casi siempre (sobre todo de enero a junio) y crea
las condiciones óptimas para la vela, el windsurf o el kite board. La segunda
mayor barrera de coral del mundo queda a pocos kilómetros de la costa e invita
a buceadores y submarinistas a jugar entre los peces. Los manglares están
llenos de vida y se pueden explorar en kayak. A pesar de ser un escenario para
la acción, los turistas siguen llegando a Cayo Caulker para tirarse en una
hamaca, leer un libro y beber un zumo de fruta recién hecho. El paraíso.
8.
Altun Ha
Después
de probar la cerveza, hay que visitar estas ruinas que sirvieron de inspiración
para la etiqueta de la botella de Belikin y los billetes beliceños. Altun Ha,
el yacimiento de acceso más sencillo de Belice (están a 55 kilómetros al norte
del centro de Ciudad de Belice) es un sitio arqueológico más pequeño y menos
imponente que otros centros mayas, pero con su inmaculada plaza central,
también resulta espectacular, con 10 edificios distintos de los siglos VI y VII,
como el Templo de los Altares de Mampostería. También fue el yacimiento más
rico del país, aunque los objetos encontrados ya no están allí. Subir a lo alto
de los templos para ver la jungla circundante es una buena manera de hacer
ejercicio.
09.
Crooked Tree Wildlife Sanctuary
Belice
está llena aves y para comprobarlo se puede visitar Crooked Tree, un pueblo de
pescadores y agricultores junto a una pintoresca laguna. Los pantanos atraen a
cientos de especies, algunas migratorias que paran en sus rutas hacia el norte
o el sur. La observación de aves es más apropiada de meses sin lluvias (entre
febrero y mayo), cuando la laguna se seca y las aves se concentran en los
charcos. Los expertos guías ayudan a los visitantes a identificar a los
plumíferos.
Para descubrir la vida maya
actual, y de cerca, lo mejor es recorrer los pueblos del distrito de Toledo,
donde coexiste la cultura antigua y moderna: los rituales y las tradiciones
siguen siendo importantes en el día a día. Desde las ruinas de Lubaantun hasta
el circuito cultural por Big Falls, San Miguel y San Pedro Columbia, la ruta
pasa por algunas de las aldeas más bellas del país y permite conocer la cultura
maya mopán, descendientes de otra poderosa e influyente civilización. Además,
preparan un chocolate delicioso. El programa Living Maya Experience permite
conocer de cerca cómo viven ahora los mayas de Belice.
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