Lugares
Turísticos de Dinamarca
Cuando
te pones a leer encuestas sobre calidad de vida, te das cuenta de que siempre
aparece Dinamarca en los primeros puestos. La elevada renta per cápita del país
puede hacerte pensar aquello de que el dinero da la felicidad, pero es mucho
más que eso.
1.
Copenhague
Obviamente,
en tu lista de lugares que ver en un viaje a Dinamarca nunca puedes dejar de
lado a su capital.
Copenhague
no solo es la ciudad más fresca y original de todo el bloque nórdico, sino que
además aparece constantemente como la ciudad del mundo donde la gente es más
feliz. La razón la encuentras al pasear por sus estrechas calles adoquinadas.
Es
entonces cuando te das cuenta de que no parece que te encuentres en una capital
europea. Pequeñas casas de colores frente al agua del estrecho de Oresund,
cafés iluminados por las luces de las velas, bicicletas por todos lados,
parques y zonas verdes cada pocos cientos de metros – una normativa del
Ayuntamiento ordenó, en 2015, que tenía que existir una zona verde a menos de
15 minutos caminando desde cualquier punto de la ciudad -, gente con un talante
hospitalario exacerbado, tiendas de artesanía y talleres de vanguardista diseño
industrial, restaurantes de cocina revolucionaria y preciosas playas donde
sentir la naturaleza con algo más de intensidad. Ahora lo entiendes, ¿verdad?
En
el aspecto cultural, podrás disfrutar de obras de teatro, óperas y conciertos
en el Teatro Real – construido en 1748 y el más antiguo de la ciudad -, visitar
museos como el Museo Nacional – el más representativo de la historia y cultura
danesa -, el Museo Nacional de Arte –el museo de arte más importante que ver en
Dinamarca – y la colección David, que alberga una de las diez colecciones de
arte islámico más importantes del mundo occidental.
Pasea
por los lagos de la ciudad y parques y jardines de Valbyparken, Fælledparken y
Kongens Have (situado junto al castillo de Rosenborg, en el centro de
Copenhague). Diviértete en uno de los parques de atracciones más antiguos de
Europa, el Tivoli, y visita el cementerio de Assistens – donde encontrarás la
tumba del famoso escritor danés Hans Christian Andersen – y la icónica Sirenita
de Edvard Eriksen en el parque de Langelinie.
Tómate
un café en los bellos distritos de Østerbro y Vesterbro o disfruta del arte
callejero de la Ciudad Libre de Christiania, uno de los barrios hippies con más
solera en Europa.
Sin
duda, Copenhague es la estrella de los lugares que visitar en Dinamarca, y es
que tiene algo para cada viajero.
2.
Legoland, Bilund
Si
viajas en familia, tienes que incluir Legoland en tu lista de lugares que ver
en un viaje a Dinamarca.
El
parque temático de la famosa empresa danesa de juguetes LEGO, abrió sus puertas
en Billund en 1968, siendo el primero de la serie que esparcirían por el mundo.
La ciudad de Billund vive por y para el parque.
No
pienses que Legoland es solo para niños. Legoland es una pasada: tengas la edad
que tengas. El parque temático está dividido en 9 grandes zonas: Polar Land,
Pirate Land, Adventure Land, LEGO Ninjago World, Miniland, Legoredo Town,
Knight´s Kingdom, Imagination Zone y Duplo Land.
En
ellas encontrarás montañas rusas – incluidas algunas de agua -, reconstrucciones
de lugares emblemáticos – y del resto del mundo – en miniatura (hechas con las
famosas piezas de LEGO), piratas, un acuario, cine en 4D y mucho más.
3.
Aarhus
La
mejor ciudad con ambiente estudiantil que ver en Dinamarca es Aarhus. Es
también la segunda más poblada, pero con sus apenas 300.000 habitantes no deja
de parecer una ciudad provinciana y alegre.
Fundada
por los vikingos, Aarhus es una de las ciudades más antiguas de Dinamarca y
aunque no recibiría sus derechos hasta la primera mitad del siglo XV, ya existía
como núcleo urbano en el año 700.
Hoy
en día, sus cafeterías, restaurantes y bares situados en las riberas de sus
canales vibran con las voces atronadoras de los nuevos vikingos: los
estudiantes de las distintas universidades de Aarhus. La importancia de la
escena universitaria se ha visto reflejada en la designación de Aarhus como
Capital Europea de la Cultura en 2017 y la proliferación de festivales
musicales más que notables. El Festival NorthSide, el Festival Internacional de
Jazz de Aarhus y el Aarhus Festuge – el festival multicultural más grande de
Escandinavia – son buena prueba de ello.
Podrás
relajarte de tanta fiesta tumbándote en el césped del Parque de los Ciervos.
4.
Bornholm
Si
quieres disfrutar de la zona más soleada de Dinamarca, viaja 200 km al este de
Copenhague – en pleno Mar Báltico – y disfruta de la isla de Bornholm.
Lo
primero que te sorprende de Bornholm es que pertenezca a Dinamarca, ya que se
halla más cerca de las costas de Polonia y Suecia. Después está el sol, un bien
más que preciado por estas latitudes europeas. Pero no es solo el sol lo que
hace que Bornholm sea uno de los principales lugares que ver en Dinamarca.
La
Madre Naturaleza se despertó con buen pie el día que decidió crear Bornholm.
Cogió el cuadro en blanco y puso el mar, después un trozo de tierra al que
llenó de afilados acantilados, playas infinitas, densos bosques de distintas
especies de árboles y arbustos, y luz, mucha luz.
El
hombre se encargaría, por una vez, de no solo no estropear la isla del todo,
sino de mejorarla con sus pequeñas villas de pescadores, talleres de cerámica y
cristal, almacenes de ahumados e iglesias redondeadas.
5.
Skagen
Skagen
se erigió en uno de los principales lugares que ver en Dinamarca como una
mezcla perfecta entre arte y naturaleza.
La
ciudad coge el nombre del cabo que separa el Mar del Norte del Mar Báltico y se
trata de la localidad danesa situada más al norte, justo en la punta de la
Península de Jutlandia.
Un
lugar de naturaleza salvaje donde las aguas parecen estar en un constante
estado de enfado. Skagen presentaba una vegetación virgen, pero sufrió, a lo
largo del XVIII y principios del XIX, un intenso proceso de desertificación que
se combatió plantando pinos y arbustos.
La
belleza paisajística de Skagen fue la que atrajo a un importante grupo de
pintores daneses que fundaron aquí una escuela en el siglo XIX. Sabían que ese
tipo de vida en la naturaleza no tardaría en desaparecer en una Dinamarca que,
como el resto de Europa, cabalgaba a lomos de la revolución industrial. El
Museo de Skagen guarda sus obras.
Pasea
entre sus características casas bajas amarillas de vallas blancas, observa la
intensa actividad de su puerto pesquero, tómate un helado o piérdete por sus
playas de dunas. Skagen es una maravilla en la que querrás quedarte a vivir
alejado del mundanal ruido.
6.
Rømø, Islas Frisias
Frente
a la costa oeste de la península de Jutlandia aparecen unas cuantas islas
alargadas a las que se les dio el nombre de Islas Frisias. El archipiélago es
compartido por tres países: Dinamarca, Holanda y Alemania.
Entre
las islas frisias danesas, la de Rømø es la más bonita. Es la más meridional de
las frisias danesas y tiene una superficie de unos 130 km² en la que habitan
menos de un millar de personas. Es precisamente eso, su escasa densidad de
población, lo que la hace tan especial. Sin embargo, en verano todo cambia. En
esa época del año, su costa oeste – compuesta por una única y larga playa
virgen – se llena de turistas alemanes en busca de sol y la tranquilidad. Más
fácil de encontrar lo primero que lo segundo.
Antes
vivía de la pesca, pero ahora Rømø vive del turismo, con museos (la Casa del
Capitán y el de la Edad de Hierro son los más visitados), cafeterías y
atracciones para toda la familia diseminadas por la isla.
Si
quieres escapar de todo y ver la Rømø de verdad, sé valiente y visítala fuera
de temporada. Pedalea a lo largo del dique de 10 km que le une a Jutlandia y
prepárate a enfrentarte, casi a solas, a la naturaleza. Entonces entenderás por
qué está incluida en nuestra lista de lugares que ver en un viaje a Dinamarca.
7.
Helsingør
La
huella del gran William Shakespeare se deja sentir en Helsingor. Fue en su
castillo de Kronborg donde el escritor inglés – que le cambió el nombre por el
de Elsinore – situó la acción de una de sus obras más famosas: ‘Hamlet’.
Fue
precisamente el castillo – una de las joyas del Renacimiento del norte de
Europa – y su labor vigilante y recaudatoria de las tasas aplicables a los
barcos que querían cruzar del Báltico a mar abierto, el que hizo a Helsingør
una ciudad inmensamente rica entre los siglos XV y XVIII.
Hoy
en día, el antiguo astillero de Helsingør se ha convertido en un importante
centro cultural donde se celebran conciertos y obras de teatro, además de ser
sede de una importante biblioteca.
Otras
visitas atractivas son el Museo Marítimo y el de Ciencia y Tecnología.
8.
Møn
Las
islas son las estrellas de las cosas que ver en Dinamarca. La de Møn, al
sureste del país, es una de las más mágicas.
Lo
que más te impacta cuando llegas a Møn es la línea de extraños acantilados de
roca blanca que muchos fans de ‘El Señor de los Anillos’ confunden con las
murallas de la ciudad de Minas Tirith. Es una visión espectacular, pero no
menos lo es el espeso bosque que corona los acantilados.
Su
llamativa naturaleza ha inspirado una buena cantidad de cuadros, y sus tumbas y
monumentos neolíticos han alimentado antiguas leyendas. Las playas de Møn están
plagadas de misteriosas cuevas. Descúbrelas durante el día y por la noche
recorre los muchos senderos de la isla en busca del lugar perfecto para
observar el cielo. Møn posee los cielos más oscuros que ver en Dinamarca,
convirtiéndole en el lugar perfecto para disfrutar de las estrellas.
9.
Ærø
Los
mismos daneses se han sorprendido de la nueva moda que ha llegado a la isla de
Ærø. De repente, la gente ha comenzado a casarse en sus playas e iglesias.
Parece que la razón reside no solo en sus paisajes pintorescos, sino en la poca
atención que ponen al papeleo de los novios.
A
parte de eso, la isla de Æro – de tan solo 30 km de largo por 9 de ancho -, es
un lugar bonito y tranquilo lleno de gente amistosa. Hazte fotos junto a sus
molinos de viento y las casetas en la playa y pasea por el pueblo de
Ærøskøbing, que parece sacado de otro tiempo.
10.
Odense
La
capital de la segunda isla más grande de Dinamarca, Fionia, es la tercera
ciudad más grande del país. Sin embargo, no es ese el atractivo que le
convierte en uno de los mejores lugares que visitar en un viaje a Dinamarca.
Otros
atractivos de Odense son el Pueblo Fioniano (museo etnológico al aire libre
compuesto por casas y granjas típicas de la zona y su vida en los siglos XVI y
XVII) y la catedral de San Canuto, de estilo gótico y una de las mayores que
ver en Dinamarca.
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